Cuando estás a punto de comprar un terreno, muchas veces la euforia o la oportunidad que se te presenta al comprarlo hace que se te olvide analizar un aspecto muy importante: ¿puedo construir o darle el uso que quiero a ese terreno?

¿Verdad que no lo habías pensado?

Y es importante, porque tu inversión está de por medio. Imagina que compraste un terreno y no se pudo realizar la construcción que planeaste.

En todo el país existen los Programas de Desarrollo Urbano, los cuales rigen la planeación estratégica de las ciudades, con los que, dentro de otras cosas, podemos determinar si el uso de suelo destinado a ese inmueble nos permite construir o utilizar para cierto fin el mismo.

Veamos algunos ejemplos aplicados en la ciudad de La Paz, B.C.S.

En la zona centro de la ciudad de La Paz no se permite la operación de un vivero, solo que se encuentre considerado como corredor urbano (vialidades principales).

Otro ejemplo: Si deseas invertir en la construcción de un edificio de departamentos de 5 a 7 niveles en la zona centro de la ciudad de La Paz, debes tomar en cuenta la superficie del terreno, porque de esta dependerá el número de niveles que el Ayuntamiento pueda autorizar para su construcción.

Así como estos dos ejemplos, se debe verificar que el terreno, casa o inmueble comercial esté dentro de una zona con un uso de suelo compatible y, de esta manera, planear si el proyecto que deseas realizar será autorizado por el Ayuntamiento y demás autoridades según la naturaleza de dicho proyecto.

En ocasiones es conveniente solicitar a la autoridad municipal o estatal (o ambas según el caso) el uso de suelo permitido para el proyecto que deseamos realizar y así tener la seguridad que podrá realizarse.

Es importante recordar que el uso de suelo no es el único requisito para la construcción del mismo, también debes considerar las características viales del entorno, el tipo de construcción a realizar, factibilidades de servicios de agua, electricidad y drenaje, dictámenes de no afectación por arroyos o corrientes de agua, que no esté en zona de riesgo, entre otros aspectos.

Y por último, un punto muy muy importante es saber las superficies de terreno permitidas:
Se trata de verificar con la autoridad o en los planos oficiales, si es posible tramitar alguna subdivisión o lotificación de un predio.
Es muy común pensar que en cierto terreno si se pueden realizar “x” número o tamaño de lotes y, al llegar el trámite a las autoridades es rechazado precisamente porque en esa zona no estaba permitido como lo teníamos planeado. Esto, por no verificar previamente si cumple o no con las condiciones para nuestro proyecto.

Acércate a un experto en este tema para que puedas obtener una asesoría adecuada y que tu inversión no sea un desperdicio de tiempo y dinero.

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